¿Tienes tu manual de instrucciones personales?
Seguramente has comprado
algún objeto que viene acompañado de un manual de instrucciones, el cual nos
indica cómo utilizarlo correctamente y nos asegura un tiempo de garantía, en
caso de rotura o desperfecto. Cuando ignoramos dichas instrucciones, podemos
dañarlo, tal vez irreparablemente, o acortamos su tiempo de utilidad. Lo más
razonable es que atendamos lo que el manual nos muestra, para que nuestro
artículo pueda tener una vida útil y duradera.
Pero ¿te has puesto a pensar, si más allá de cualquier propuesta individual que pretende tener la solución a problemas de la vida humana, existe un manual de instrucciones con respuestas ciertas para los hombres y mujeres? ¿Crees tú, que haya algún libro que pueda ofrecer pautas a seguir, ante los dilemas que presenta el mero hecho de vivir?
Pues te tengo una noticia excelente: Sí existe un manual de instrucciones para los seres humanos. Un manual con indicaciones para, el matrimonio, la crianza de los hijos, los jóvenes, los novios, las amistades, para los empleados y los empleadores, las autoridades y los gobernantes, para los ricos y los pobres. Un manual para tiempos de bonanza y para tiempos de escasez, para la salud y para la enfermedad; para cuando todo marcha estupendamente, o cuando todo está cabeza abajo. En el, se promueve el amor, el perdón, la amabilidad, la paciencia, la paz y la bondad ente los hombres.
También puedes encontrar compañía en la soledad, consuelo en el dolor y la aflicción, ánimo en los momentos difíciles, sanidad para tu cuerpo y tu alma, razones para la alegría, propósito y salvación para tu vida. Todo esto y mucho más halarás en este manual, si atiendes cuidadosamente sus enseñanzas y consejos; y sobre todo si las pones en práctica.
¿Ya sabes de qué manual se trata? Pues es la Biblia, ese libro maravilloso en el cual, el único Dios, nuestro Divino Hacedor, dispuso la guía para tu vida y la mía. La Biblia presenta la voluntad de Dios para nosotros y si anhelas escucharlo, en ella está su voz de Padre amoroso.
Te exhorto a que tengas la sabiduría, de atender las instrucciones del manual de Dios: La Biblia; y de este modo obtendrás esa vida buena que Dos quiere que disfrutes.
Yo decidí que fuera mi guía para cada día ¿te animas tú también a hacer lo mismo?
Dra. Ligdana Carrero de Charlin
Pero ¿te has puesto a pensar, si más allá de cualquier propuesta individual que pretende tener la solución a problemas de la vida humana, existe un manual de instrucciones con respuestas ciertas para los hombres y mujeres? ¿Crees tú, que haya algún libro que pueda ofrecer pautas a seguir, ante los dilemas que presenta el mero hecho de vivir?
Pues te tengo una noticia excelente: Sí existe un manual de instrucciones para los seres humanos. Un manual con indicaciones para, el matrimonio, la crianza de los hijos, los jóvenes, los novios, las amistades, para los empleados y los empleadores, las autoridades y los gobernantes, para los ricos y los pobres. Un manual para tiempos de bonanza y para tiempos de escasez, para la salud y para la enfermedad; para cuando todo marcha estupendamente, o cuando todo está cabeza abajo. En el, se promueve el amor, el perdón, la amabilidad, la paciencia, la paz y la bondad ente los hombres.
También puedes encontrar compañía en la soledad, consuelo en el dolor y la aflicción, ánimo en los momentos difíciles, sanidad para tu cuerpo y tu alma, razones para la alegría, propósito y salvación para tu vida. Todo esto y mucho más halarás en este manual, si atiendes cuidadosamente sus enseñanzas y consejos; y sobre todo si las pones en práctica.
¿Ya sabes de qué manual se trata? Pues es la Biblia, ese libro maravilloso en el cual, el único Dios, nuestro Divino Hacedor, dispuso la guía para tu vida y la mía. La Biblia presenta la voluntad de Dios para nosotros y si anhelas escucharlo, en ella está su voz de Padre amoroso.
Te exhorto a que tengas la sabiduría, de atender las instrucciones del manual de Dios: La Biblia; y de este modo obtendrás esa vida buena que Dos quiere que disfrutes.
Yo decidí que fuera mi guía para cada día ¿te animas tú también a hacer lo mismo?
Dra. Ligdana Carrero de Charlin